26/11/08

La prensa ha participado muchas veces en en asesinatos y manipuaciones de la información

LA OPERACIÓN COLOMBO

... se silenció el castigo reciente de la justicia chilena a los medios de comunicación y periodistas que participaron en la Operación Colombo planeada por la dictadura de Augusto Pinochet con la ayuda de la CIA, los escuadrones de la muerte de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) y sectores de inteligencia y seguridad del gobierno argentino de entonces (1975).

La prensa fue clave para este engendro contrainsurgente de “guerra sucia”, cuando Pinochet elaboró un plan para engañar a Naciones Unidas que le reclamaba por una lista de 119 personas desaparecidas.

<---Entonces se decidió que harían aparecer cadáveres en Argentina en distintos lugares, a los que se colocó entre las ropas documentos falsos, que tenían el nombre de cinco de los chilenos que demandaba la ONU. Pero además sobre los cadáveres se extendieron pancartas donde supuestamente se trataba de una “venganza” del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Chile. Es decir que los presuntos exilados se estaban peleando entre sí. Por otra parte se armó un conjunto de informaciones en medios de Argentina, Brasil y México, que debían ser “tomadas” por la prensa chilena-entre ellos el diario El Mercurio”- mintiendo sobre un enfrentamiento en la zona de la frontera argentino-chilena, entre grupos de guerrillas que supuestamente intentaban entrar-como si fuera un juego de niños cruzar la cordillera- para actuar en Chile, lo que agregaba otros 69 muertos supuestamente en enfrentamientos que nunca sucedieron.

Esta información apareció entre otros medios en el diario O’Día de Brasil, al que se le entregó una buena suma de dinero cuando estaba en quiebra. En Argentina los hombres de José López Rega el ex ministro de Bienestar Social del último gobierno del general Juan Domingo Perón( entre 1973 y 1974) y creador de la Triple A hizo publicar por una sola vez la revista “Lea”.

En esa edición la presidenta María Estela Martínez de Perón, que había sucedido a su esposo fallecido en julio de 1974, dijo estar asqueada “por la peleas en que se estaban matando los izquierdistas chilenos”.

Lo cierto es que todos los de la lista estaban desaparecidos en Chile y hasta ahora nadie sabe a quien pertenecían los cadáveres encontrados en la Argentina.

La justicia llegó tarde, pero llegó y en este caso 33 años, se impuso el pago de una indemnización al periódico El Mercurio y otros que participaron en esta ronda de ocultamiento y muerte. Y también se impusieron castigos a los periodistas participantes en esta siniestra acción contrainsurgente.

Vale recordar que cuando los comandos de la CIA, la DINA, y los grupos terroristas cubano- norteamericanos de Miami, asesinaron en un atentado en Washington a Orlando Letelier, ex ministro del heroico presidente chileno Salvador Allende, en septiembre de 1976, el entonces jefe de la Cia George Bush (padre) dijo a la prensa de su país, siguiendo el esquema de la Operación Colombo, que había sido “una acción de venganza de izquierdistas refugiados”. Bush sabía muy bien quien había matado a Letelier porque eran sus propios hombres de la CIA y los grupos cubanos que visitaban a diario sus oficinas donde se trazaban infinidad de ataques terroristas, como el que sucedió poco tiempo después contra el avión cubano en Barbados y que dejó 73 víctimas.

Ahora la posibilidad de hacer lo mismo que se hizo en aquellas operaciones contrainsurgentes se puede escenificar a nivel mundial ya que una sola potencia y sus comerciantes de la información controlan la mayoría de los medios.

En nuestros países los medios masivos y monopólicos son simplemente reproductores conscientes de un proyecto de desinformación que puede llevar muerte y destrucción y viola derechos soberanos y universales.

Ya en los años 90, en los nuevos trazados de la GBI los enemigos eran el narcotráfico, el terrorismo, el narcoterrorismo, las insurgencias ligados a estos, previendo conflictos sociales de envergadura, resurgimientos indígenas, campesinos, como una respuesta al plan neoliberal sin anestesia que se impondría.

Uno de los planes estratégicos prioritarios fue el apoderamiento de todos los medios masivos de comunicación concentrados bajo un poder central. La TV en sus manos, el control de las nuevas tecnologías, significaba asegurar el primer golpe de la guerra que ya se trazaba como lo que es ahora.

Como lo han señalado varios analistas, entre ellos Thierry Meyssan bien sirvió el concepto de “información contínua” por la forma en que difunde imágenes en forma inmediata y esto hace que los televidentes crean que están absolutamente informados, cuando sólo se le muestran hechos registrados al momento, manipulados y sin contenido alguno.

Como dice Meyssan “ el periodismo no es una técnica de descripción, sino un arte de la comprensión. Lejos de garantizar la verdad, la inmediatez la hace vulnerable a las apariencias y a los prejuicios”.

Que hay fugas, las hay, pero son infinitamente menores a lo que logrará el equipo mundial de desinformación en su tarea de ocultar y deformar la realidad.
Stella Calloni--->

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