Estos son algunos de los escalofriantes resultados de una investigación sobre las durísmas experiencias de mujeres que solamente intentan sobrevivir
Las mujeres entrevistadas –en su mayor parte nigerianas– tardaron un promedio de 2,3 años en recorrer los aproximadamente de 2.500 a 6.000 km que hay entre sus países de origen y Maruecos. La gran mayoría de ellas pasan varios meses y a veces años en los países de tránsito en donde en general mendigan o ejercen la prostitución para sobrevivir. El motivo fundamental para salir es la necesidad y el deseo de tener una mejor calidad de vida que permita la subsistencia propia y de sus familias.
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Cuando hay un conflicto bélico se trata también de preservar la vida. La gran mayoría de las mujeres entrevistadas declaran haber sufrido violencia en los países por los que han pasado. La violencia física y sexual “perpetrada por las autoridades marroquíes, argelinas y españolas” es otra constante en la vida de las migrantes. En muchos casos las mujeres afirmaron haber tenido un “marido del camino”, que “a cambio de disponibilidad sexual, cuidado de la alimentación y trabajo doméstico, las protege de ser violadas por otros hombres y se encarga de su supervivencia”. Aunque en muchos casos estos ‘maridos’ forman parte de la red de trata que ha comprado a la mujer y la controla. Un alto porcentaje de mujeres, en especial las nigerianas, eran o habían sido víctimas de trata.
Las redes se ceban, además, con las mujeres jóvenes, con un promedio de 20 años, “buscan mujeres jóvenes para someterlas a trata con fines de explotación sexual”. Waisman hace hincapié en la dificultad que encuentran estas mujeres para acceder siquiera a “ese derecho mínimo que es la petición de asilo en frontera” –con la nueva ley, único lugar en que se puede pedir–. También destaca la falta de acceso a la salud reproductiva de estas mujeres que, sometidas tanta violencia, viven muchos embarazos no deseados y abortos.
Entre estas historias recogidas por Women’s Link está, por ejemplo, la de una mujer a la que acompañaron a pedir asilo ante ACNUR en Rabat –que le fue denegado– que murió junto a su hija intentando cruzar a nado el Estrecho.>
29/3/09
Un duro y largo camino en el que las mujeres son violadas y llegan a morir
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