
El término "justicia de género" resulta extraño para la mayoría de las personas. Muchas asumen que es una forma meramente femenina (y por ende, diminuta) de justicia, creada agregando un adjetivo desmañado a un ideal abstracto.
Algunas están inmersas en situaciones de conflicto internacionalmente reconocidas, otras en procesos hacia la paz, y aun otras en la reconstrucción de sociedades a la terminación de un conflicto. La ley proporciona algún marco de referencia -insuficiente- para presentar sus demandas de castigo y reparaciones por crímenes basados en el género; ellas están aprendiendo a usar estos instrumentos legales... <--
Pero muchas latinoamericanas venimos de países en donde las situaciones de conflicto no están internacionalmente reconocidas. Se nos dice que en Honduras y en Colombia se ha restaurado la paz, al mismo tiempo que asesinatos, desplazamientos y crímenes contra las mujeres siguen ocurriendo todos los días. En México, la creciente violencia contra las mujeres en el contexto de la "guerra antidrogas" y de la impunidad, forma el desperdicio que rutinariamente se barre debajo de la alfombra política...
Pronto emergieron temas comunes. Testimonios de mujeres valerosas revelaron que dentro del infierno de la Guerra yace un infierno privado: el infierno de la violencia sexual, un círculo interior oculto al escrutinio por la vergüenza, socialmente impuesta, de sus víctimas y la ignorancia intencional que de ella tienen los sistemas legales y políticos...
Olvídense los lamentos de "daño colateral". Hoy, cuando los dirigentes militares alardean de que la tecnología moderna ha producido las armas más precisas en toda la historia, durante bombardeos en lugares como Irak o Afganistán, mueren mujeres y niños.
Ellos no son daños colaterales. Ellos son el objetivo...
Ninguna región geográfica tiene la exclusiva en cuestión de barbarie cuando se trata de crímenes de género. Hay reportes de mujeres de crímenes y violencia sexuales cometidos por elementos militares y paramilitares contra poblaciones desplazadas en Burma, Colombia y Sudán...
La Iniciativa de las Mujeres Premio Nobel fue fundada por seis mujeres ganadoras del Premio que se negaron a dormirse en sus laureles. También está Yanar Mohammed de Irak, quien salió a una calle de Bagdad con un chaleco antibalas a hablar el Día Internacional de la Mujer, luego de numerosas amenazas de muerte, y procedió a denunciar la violación de mujeres en centros de detención y el tráfico sexual, y a crear un vibrante movimiento cultural para la juventud.
O Gilda Rivera, secuestrada y golpeada durante las guerras sucias de los ochentas en Honduras, y que vio regresar la pesadilla cuando un golpe de estado militar se apoderó de su país en junio de 2009: Bastaría para llevar a cualquiera al exilio o a la reclusión; a Gilda la llevó a las calles de Tegucigalpa. Cada mañana marchó contra el golpe y cada tarde se organizó con las Feministas en Resistencia para proteger a las mujeres y documentar los delitos contra ellas.
Es raro que el grito se escuche. La fiscal adjunta Fatou Bensouda, en un mensaje grabado, llamó a la violación "el crimen silencioso contra las comunidades", y de inmediato cuestionó esta terminología, preguntando "¿realmente es silencioso el estupro? Las mujeres gritan, pero casi nunca alguien las oye. El solo compartir historias fue una suerte de catarsis para las mujeres que ven tanto, excesivo sufrimiento en su trabajo y en sus vidas. El Diálogo proporcionó el foro para gritar a una asamblea que no solamente escuchará, sino que actuará.
Cuando esto escribo, acabamos de recibir la noticia de que la defensora de derechos humanos Bety Cariño fue asesinada por fuerzas paramilitares en el estado mexicano de Oaxaca. Participaba en una caravana de ayuda humanitaria y es la tercera mujer asesinada recientemente en el conflicto en esta región. No se escogió necesariamente a Bety por ser mujer, pero tampoco fue coincidencia que fuera una. Las mismas inquietudes y cualidades que hacen imperativo que las mujeres sean negociadoras para la paz y líderes en la reconstrucción social y procedimientos de obtención de justicia son las mismas que hicieron que Bety se volviera defensora de los movimientos populares, y que Bety se encontrara llevando asistencia a una comunidad indígena autónoma cuando un tiro la mató.
El asesinato de Bety, el reclutamiento de niñas soldados en la República Democrática del Congo, las violaciones en Sudán, todos son temas de justicia de género. Jody Williams señala que esto no quiere decir que sean "problemas de mujeres".
La justicia de género no es una subcategoría de la justicia social; es un constituyente esencial de ella.
Laura Carlsen>
16/5/10
Un infierno privado:justicia de género
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