Quienes movieron la represión de la dictadura brasileña dirigen hoy el deporte nacional y organizan el Mundial. Tienen deudas con la verdad y la justicia que las calles les reclamarán.
El entrenamiento de policías militares y agentes de la Policía Federal brasileña por la empresa americana Academi -antigua Blackwater- para contener acciones “terroristas” durante la Copa del Mundo 2014, es apenas uno de los despliegues del acuerdo de cooperación militar Brasil-Estados Unidos, firmado en junio del 2010, durante el segundo mandato del gobierno de Luiz Ignacio Lula da Silva. La empresa es un ejército tercerizado de los EUA, que utiliza mercenarios en guerras como la de Afganistán e Irak.
En la época en que se firmó este convenio, el gobierno brasileño sostuvo que el acuerdo permitirá “fortalecer el diálogo y abrir nuevas perspectivas de cooperación, sobre bases equilibradas y mutuamente benéficas”. El gobierno de Brasil señaló que se trataba de “perfeccionar la cooperación ya existente y la futura en áreas como visitas de delegaciones de alto nivel, contactos técnicos, encuentros de instituciones, intercambio de estudiantes y personal de entrenamiento, visitas de navíos y eventos deportivos y culturales”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario